Revista Cartográfica 104 | enero-junio 2022 | Reseñas

ISSN (impresa) 0080-2085 | ISSN (en línea) 2663-3981

DOI: https://doi.org/10.35424/rcarto.i104.1128

Este es una reseña de acceso abierto bajo la licencia CC BY-NC-SA 4.0

M. J. Kraak, R. E . Roth, B. Ricker, A. Kagawa & G. Le Sourd (2020).Mapping for a Sustainable World. The United Nations. New York (USA), 152 pp. https://doi.org/10.18356/9789216040468

Miguel Ángel Bernabé-Poveda1

Localizar y enumerar los Objetivos para un Desarrollo Sostenible exige, con posterioridad, encontrar las herramientas para poder alcanzarlos. En ese camino, hay que hallar, de una manera clara y sencilla, la forma de mostrar esos objetivos a los responsables de tomar las decisiones políticas y de concienciar a los agentes sociales. La cartografía ha mostrado desde tiempos antiguos la gran potencia que tiene para plasmar de forma resumida, pero evidente, las características que ocurren sobre el territorio. Desde el punto de vista de la comunicación, la cartografía tiene sus propias normas, casi siempre ligadas a las capacidades y limitaciones de la percepción visual humana. Conocer las reglas de esta comunicación es un primer paso para que ésta sea efectiva.

El cartógrafo debe ser consciente de que, como todo redactor, la manera en la que describa los hechos facilitará, dificultará o incluso equivocará al lector. Y esto hay que aprenderlo, no solo para crear mapas bien diseñados sino para educar a los lectores en una buena y rápida comunicación. Así pues, redactar un libro que resuma lo principal de la comunicación cartográfica, sin demasiada teoría y con imágenes elocuentes, una especie de vademécum o prontuario cartográfico, es un reto con no pocas dificultades. Y ese reto es al que responde este libro.

La idea de publicar libros avalados por instituciones de prestigio, como las Naciones Unidas en este caso, corre serios riesgos si el socio elegido para dar el soporte técnico no tiene las garantías suficientes. En este caso se eligió a la Asociación Cartográfica Internacional (ICA por sus siglas en inglés)) para garantizar la calidad. La diversidad de comisiones de la ICA permite la heterogeneidad de puntos de vista y la riqueza de resultados.

El equipo redactor, dirigido, si se me permite la “broma” por un auténtico crack del diseño cartográfico: el profesor Menno-Jan Kraak, quien fue presidente de la ICA. Nos parece que es un equipo adecuado para la tarea. Sus acompañantes en la redacción tienen una gran experiencia académica en publicaciones sobre diseño de mapas, tratamiento de datos y comunicación visual. Si a la componente
académica y técnica le añadimos un extenso soporte editorial compuesto por diseñadores de libros, ilustradores, diagramistas, etc., provenientes tanto de personal de las Naciones Unidas como de las Universidades participantes, encontramos un entorno humano envidiable. Y para rematar la faena, hay un soporte económico importante tanto de las Naciones Unidas, de la propia ICA y de la National Science Foundation de Estados Unidos.

El libro se encuadra en la tradición de textos universitarios destinados a la formación de cartógrafos, poniendo el énfasis en la comunicación cartográfica. Casi todos los textos están basados en la semiología gráfica de Jacques Bertín, del que todos hemos bebido en blanco y negro. El abaratamiento del color en las publicaciones y las enormes capacidades de los programas gráficos y cartográficos introdujeron algunas modificaciones, permaneciendo la esencia de las enseñanzas de Bertín. Todos los autores de textos que trataron con posterioridad el diseño cartográfico (Brewer, Dent, Field, Keates, McEachrem, Wood, el propio Kraak y tantos otros) se basan en las experiencias del maestro francés. Y este libro no podía ser menos.

Saber diseñar un mapa no es una tarea sencilla. Por un lado, como se ha dicho, el mapa es una herramienta de comunicación. El cartógrafo, como emisor de la comunicación, debe dominar el arte de hacer llegar al receptor la información, a veces muy compleja, que ha tenido que sintetizar y hacer comprensible. Esta transmisión se hace a través del sentido de la vista, por lo tanto debe tener en cuenta las limitaciones de la percepción visual estudiadas por la psicología cognitiva. El sentido de la vista está asociado tanto a las estáticas leyes de la percepción como a los cambiantes estándares de las modas y esto influirá en la facilidad de lectura. La elección de colores, de los tipos de letras o de las distribuciones de elementos cartográficos en el mapa, facilitará la comprensión de lo representado. El libro deja esto muy claro.

Por otro lado, un mapa no es sino la representación gráfica de una base de datos. Los datos son la esencia del mapa, por lo que conocer su tipología, sus atributos, sus características y las limitaciones que esas características implican es fundamental para no falsear la representación. También el libro evidencia esta importancia.

El libro con un alto grado de orden y concreción en su estructura muestra de una manera resumida y pragmática toda la información que se contiene en una enciclopedia de cartografía. Es un libro que, como antiguo profesor de diseño cartográfico, me hubiera gustado disponer para mis clases. El orden, la completitud de temas y el uso de multitud de ejemplos sencillos, evidencian las diferencias entre una buena y una mala utilización de las variables visuales y un buen y mal conocimiento del tratamiento de los datos. En mi opinión es un libro que recomendaría para todos los cursos de cartografía cualquiera que sea la profundidad. Como libro de consulta puede ser muy útil para los que no han estudiado la cartografía en profundidad. También podría servir como propedéutico para una formación más amplia o terminal.

Aunque el título indica que es para el Desarrollo Sostenible, lo que se expone en el libro es adecuado para cualquier tipo de tema que quiera representarse

cartográficamente. Como cuestión particular hay que citar el análisis que se hace al principio sobre los 231 indicadores de los 17 objetivos, marcando brevemente su importancia y su desarrollo.

Por lo demás, en los ejemplos gráficos elegidos a lo largo del texto, parece haber un interés en mostrar características para representar los indicadores. Es de agradecer que para representar la información de esos indicadores se haya elegido una gran variedad de tipos de gráficos utilizando en cada caso la mejor forma de representar los datos. Este hecho es una lección de diseño en sí mismo.


11 Universidad Politécnica de Madrid, España, correo electrónico: ma.bernabe@upm.es

ORCID: https://orcid.org/0000-0003-4502-3524

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■ Miguel Ángel Bernabé-Poveda

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