Introducción al Dossier:
Una visión antropológica de la conquista de México. La defensa de Tenochtitlan

Este dossier, “La defensa de Tenochtitlan”, es producto de un Coloquio que se realizó en agosto del 2021, cuando se conmemoró el Quinto Centenario de la Conquista del Cemanáhuac. Participó un grupo de investigadores de diferentes disciplinas: antropólogos físicos, etnohistoriadores, arqueólogos, etnólogos, historiadores y arquitectos, interesados en examinar la caracterización y logros alcanzados por las sociedades mesoamericanas en su proceso de evolución y cómo éste fue trastocado por la conquista, a partir de las expediciones de colonización armadas emanadas de las Antillas. Fueron éstas una expresión de la expansión de empresas mercantilistas del reino hispano, que pretendían desarrollar la reproducción ampliada del capital con base en la conquista y dominación de sociedades y culturas de otros continentes. Se justificó su conquista por derecho divino, subsumiéndolas y calificándolas de manera minimizada, distorsionando sus avances culturales y su identidad como civilizaciones con un modo de producción diferente a los desarrollados en Europa, el Mediterráneo y Asia. Sin embargo, las sociedades americanas no sólo fueron las que sostuvieron la acumulación de riqueza en la economía política de España durante los siglos XVI al XIX, sino que además aportaron una serie de productos y conocimientos consecuentes a varios siglos de avance en su interacción con la naturaleza, que coadyuvaron al desarrollo de las sociedades del viejo mundo.

Con el movimiento de descolonización e independencia de las colonias americanas se desarrolló una política de recuperación del pasado prehispánico. México se definió como nación propia, recuperando su identidad mesoamericana, lo cual condujo a la conformación académica de historiadores, antropólogos e investigadores de otras ciencias que buscaron caracterizar las etapas históricas de la formación social mexicana. Hecho que se concretó en la creación de instituciones de investigación histórica y antropológica y de otras instancias de divulgación de ese conocimiento, con el fin de contribuir a la conformación de una conciencia social e histórica de la formación social mexicana, como es el caso de la creación del Museo Nacional de Antropología.

En ese contexto, como consecuencia de una política de investigación comprometida con la caracterización del proceso de desarrollo histórico
de la formación social mexicana, con base en la conjunción interdisciplinaria de investigadores de diferentes instituciones académicas del país, se organizaron tres coloquios con el objetivo de aportar una “Visión antropológica de la Conquista”, que recuperara el protagonismo de las sociedades mesoamericanas como parte y producto de una propia historia de tres mil años de desarrollo.

En ese tenor, con referencia a que en el 2021 se conmemoraba la conquista de Tenochtitlan, sucedida en 1521, se llevó a cabo un coloquio en el cual, en vez de disertar sobre la visión de los vencidos se recuperara la defensa de Tenochtitlan, rememorando la propia defensa de la historia que habían construido los pueblos del Cemanáhuac. Los trabajos se orientaron a la caracterización histórica de la sociedad mexica en términos diacrónico-sincrónicos, a través del análisis de cuatro tiempos básicos de su historia, que se propusieron como eje temático del presente dossier de la revista Antropología Americana, referido a la historia de la formación mexica, para entender su respuesta ante la empresa mercantil hispana que buscaba la conquista del Cemanáhuac; tales temas son:

Así, el desarrollo analítico de los dos primeros tiempos de esa historia, conforman la primera parte del dossier que aparece en este número 14 de la revista, los cuales están referidos a la explicación del origen de la ciudad de Tenochtitlan con relación a los mitos que relatan la institución de Huitzilopochtli como deidad imperante entre los dioses étnicos de los grupos que conformaban la migración. Se complementa con una visión arqueoastronómica que, en función de la orientación de los edificios de Tenochtitlan, define la fecha de fundación de la ciudad, sin olvidar la referencia a los símbolos que muestran su caracterización como epicentro de los cuatro espacios y los tres niveles del universo cosmogónico mesoamericano; ello explica su planificación urbana cuatripartita inserta en el lago de Tetzcoco y anclada en la cuenca a través de calzadas, que lo atravesaban y entrelazaban con el paisaje montuoso y montañoso de la Cuenca de México. Todo ello dentro de un esquema ritual y calendárico que reafirmaba su poder como eje político del Cemanáhuac, o universo territorial e imperial de Mesoamérica. Este hecho la transformó en el objetivo sine qua non de la empresa de conquista mercantil hispana, comandada por Cortés que, con su mapa y descripción, la proyecta al universo de la historia del conocimiento europeo, donde consideran e interpretan a la ciudad de Tenochtitlan como expresión autentica del modelo renacentista de la historia urbana de la humanidad.

En ese contexto histórico, el desarrollo analítico de los tiempos indicados como tres y cuatro a nivel temático, se discutirán en la segunda parte del dossier que aparecerá en el número 15 de la revista, y estarán referidos al protagonismo de los mexica y de las sociedades del Cemanáhuac en la Conquista, de tal manera que en el tercer tiempo se abordará la identidad militar de los mexica a través del estudio bioantropológico de los restos de un guerrero, además de explicar cómo las contradicciones políticas y sociales resultado de sus fórmulas de dominio de los pueblos y estados conquistados, se tradujeron en coaliciones y confederaciones contra el Estado Mexica, de lo que se entera y apropia Cortés por consejo de Xicomacatl, tlahtoani de Cempoala. Así, a través de actos de violencia, terror y masacre, se da lugar a una serie de alianzas y concertaciones entre el cabildo hispano con los tecuhtli y tlahtoque de los altepetl y tlahtocayotl dominados o enemigos de los mexica; a partir de esas alianzas pasaron a ser provincias sujetas al Estado Español y en consecuencia aportaron sus ejércitos, conduciendo así esas rebeliones a la disolución del territorio político del Cemanáhuac. Esta situación se acrecentó al realizar Cortés una serie de entradas militares para apresar a jóvenes y mujeres que herraba en la cara con la “G” de Guerra, transformándolos en esclavos que vendía como mercancía en otras colonias hispanas ya establecidas en el continente, para financiar su empresa decidida a atacar al pueblo mexica que se oponía a sus intenciones y le había ocasionado una gran derrota en su huida de Tenochtitlan, perdiendo más de mil soldados, armas, artillería, caballería, bastimentos y el oro del que se había apropiado, fundido y transformado en lingote; lo considera por ello rebelde al reino español, estableciendo una guerra en nombre del imperio hispano austriaco contra el Imperio mexica o Cemanáhuac.

Se puede considerar que la fórmula tradicional, por su dependencia de formas tributarias de trabajo humano, que pone en jaque a los imperios mesoamericanos, son las rebeliones sociales y la confederación de sus enemigos. Esa coalición de la empresa mercantil hispana con los pueblos rebeldes al Cemanáhuac es lo que va a destruir al imperio mexica, no es la punta de aventureros mercenarios, por más que construyan bergantines catapultas; no es la tecnología europea, que es superada por las estrategias y armas desarrolladas por los guerreros mexica, por sus formas de organización militar comunal y étnica con relación a sus tlaxilacalli y campa, organizados por los tequihua, los jefes de hombres, y dictadas por el Tequihuacalli, el consejo de guerra, apoyado por el Texancalli y el Tecalco o consejos de hacienda y de religión, que dictaban las estrategias a realizar. Lograron así en varias ocasiones prender a Cortés, aunque no lograron llevarlo a sacrificar a sus dioses de la guerra, Tezcatlipoca y Huitzilopochtli, como lo hicieron con varias partidas de mercenarios y sus aliados tlaxcalteca, acolhua, otomí, xochimilca, matlatzinca, huexotzinca, cholulteca, cempoalteca y otros pueblos nahuas y popolocas de la sierra, que formaban ya parte del reino hispano y peleaban junto con los españoles contra los mexica. Ëstos eran el único enemigo capaz de rechazar las intenciones colonizadoras de los extranjeros invasores, que a través del mérito en campaña, pretendían cargos que les condujeran a acumular riqueza y concesiones en la organización colonial, fincadas en la subsunción de las fórmulas políticas mesoamericanas y la explotación intensiva de la fuerza de trabajo de esas sociedades insertas en empresas mercantilistas, para lograr la reproducción ampliada del capital.

En ese contexto, en el cuarto tiempo, que se presentará como ya mencionamos, en la segunda parte del dossier, plantearemos la respuesta de la población mexica en defensa de su comunidad, de su ciudad, de su estado y de su historia. Los mexica se enfrentaron a los trece bergantines artillados que acosaban a la ciudad; a las inclemencias que ocasionaban la falta de agua y víveres y al consecuente desgaste de tres meses de sitio; a pesar de ello generaron, en respuesta, estrategias que lograron cercar y atrapar a varios contingentes de soldados, en una lucha cuerpo a cuerpo, o bien efectuaban ataques sorpresa en los cuales la mujer mexica, que era una mujer guerrera, acorde a su rol comunal, participaba activamente en tareas que sostenían la sobrevivencia de la población y de los guerreros, así como en acciones insertas en la defensa de su ciudad, que era destruida casa por casa por los invasores, quienes sin embargo, no lograron doblegar a los defensores. Por ello, después de que Cuauhtémoc decreta la rendición de su población, Cortés en su Quinta Carta de Relación, al comunicarle al rey el resultado de su empresa militar de la conquista y destrucción de Tenochtitlan, reconoce: Que hay vencedores pero no hay vencidos.

 

Eduardo Corona Sánchez

Dirección de Etnohistoria, INAH.

 

Carlos Serrano Sánchez

Instituto de Investigaciones Antropológicas, UNAM

ANTROPOLOGÍA AMERICANA | vol. 7 | núm. 14 (2022) | Introducción | pp. 9-12

ISSN (impresa): 2521-7607 | ISSN (en línea): 2521-7615

DOI: https:/doi.org/10.35424/anam.v7i14/2627

Este es un artículo de acceso abierto bajo la licencia CC BY-NC-SA 4.0

ANTROPOLOGÍA AMERICANA, vol. 7, núm. 14 (2022), pp. 9-12 ISSN (impresa): 2521-7607 ISSN (en línea): 2521-7615

Introducción al dossier

Eduardo Corona Sánchez y Carlos Serrano Sánchez

ANTROPOLOGÍA AMERICANA, vol. 7, núm. 14 (2022), pp. 9-12 ISSN (impresa): 2521-7607 ISSN (en línea): 2521-7615

ANTROPOLOGÍA AMERICANA, vol. 7, núm. 14 (2022), pp. 9-12 ISSN (impresa): 2521-7607 ISSN (en línea): 2521-7615

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